La máquina vence
¡Suena el teléfono rojo de los presidentes! ¡Defcon 1! ¡Alerta mundial! …ya no hay vuelta atrás, la humanidad ha sido vencida.
Y es que el 10 de febrero de 1996 se produjo la primera derrota de un Campeón Mundial ante un ordenador. El nombre de la máquina: Deep Blue. Este acontecimiento… ya es historia.
Desde entonces y hasta nuestros días, los motores de ajedrez y sistemas informáticos enfocados a este juego no han parado de desarrollarse. Desde el 2017, por ejemplo, contamos con AlphaZero, de la compañía inglesa DeepMind.
La máquina evoluciona
AlphaZero es una inteligencia artificial que algunos científicos calificaban como el «descubrimiento de nuestra era». De esta IA se espera que pueda ayudarnos en ámbitos como la medicina, el cambio climático, etc. Hoy día, en 2023, las matemáticas que usan diferentes IA para procesar datos son extrapolables a distintos tipos de utilidades, tanto científicas como mercantiles. Los nuevos algoritmos que genera una IA creada en un campo concreto son validos para cualquier otra IA. La evolución y el desarrollo de Inteligencias Artificiales es constante.
AlphaZero aprende a jugar cualquier tipo de juego como el ajedrez desde cero, «enseñándole» solamente las reglas de dichos juegos, al igual que lo hacía Joshua en la mítica película ochentera Juegos de guerra. Así, en el día de su presentación y después de solo 4 horas de autoaprendizaje, consiguió derrotar al motor de ajedrez más potente que había hasta la fecha, llamado Stockfish. Este motor de ajedrez, a diferencia de AlphaZero está basado en redes neuronales, que consigue calcular los diferentes movimientos del juego después de analizar los millones de partidas que tiene como base de datos.
La máquina enseña
Hoy en día, estos motores e inteligencias artificiales han revolucionado el ajedrez actual. Proponen nuevos estilos de juego, sacrifican piezas a muy largo plazo a cambio de otras ventajas, etc. Son una realidad y suponen una herramienta fundamental en los entrenamientos de cualquier Gran Maestro, jugador de club o aficionado, como es mi caso.
El obsoleto Deep Blue descansa en la actualidad en un museo de California, pero afortunadamente, a sus descendientes los encontramos en cualquier web de ajedrez, a un solo movimiento que ejecutes con tu teléfono móvil.
Desde hace milenios hemos considerado el juego como algo intrínsecamente humano. Sabemos que los animales lo usan como parte de su aprendizaje para la vida; no es sólo una herramienta humana. Lo que no podíamos imaginar como especie es que las máquinas fuesen capaces de jugar, de hacernos jugar y de vencernos.
¡No hay excusas para que no mejores tu juego!
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