Artículo: ¿Cómo se hace un juego de rol? 3/4

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¿Cómo se hace un juego de rol? 3/4

Nunca dijimos que hacer un juego de rol fuera sencillo. Menos aún, que construirlo siguiendo una trayectoria lógica en el mundo del diseño y desarrollo de juegos también lo fuera. Pero si sigues aquí, ya has logrado lo más complicado: tener ganas auténticas y voluntad.

Porque en un proceso creativo de este calibre, la voluntad será lo primero que se pondrá a prueba. Y si pierdes la voluntad, se acabaron las ganas de construir.

Será un proceso largo y delicado. Necesitarás mucha resistencia y aguante, más allá de conocimientos y capacidades.

Pero continuemos con los pasos necesarios para desarrollar una trayectoria lúdica y hacer un juego de rol.

Con la introducción y el paso de la primera entrada ya tienes suficiente para labrarte una carrera en el mundo del diseño. Ya tienes herramientas suficientes para crear tu juego de rol. Siempre puedes coger un sistema que funcione y usarlo tal cual está con tu ambientación favorita. Eso funciona. Pero ahora vamos a complicarlo un poquito más con un segundo paso: vamos a toquetear ese sistema.

Jugar con el sistema para hacer un juego de rol.

Ponte el mono de trabajo y abre la caja de herramientas.

El segundo paso dice que cojas ese sistema que te gusta, con el que te sientes bien, y empeces a cambiarlo. Así lo adaptarás mejor a tu ambientación y no lo jugarás tal cual está.

Frena, Roberto, ¿qué es un sistema?

El sistema es el motor. Las mecánicas son las piezas.

¿Un sistema de juego? ¿Ves como tienes que jugar más? Grábate este consejo a fuego, porque será lo mejor que te pueda aconsejar hoy. Un sistema es el conjunto de reglas sobre el que se articula el juego. El conjunto de reglas que te permite hacer cosas en el juego, que te permite interactar con la ficción (con la narrativa, la historia) y codificarla. Un sistema hace que el juego se mueva, que avance. Lo pone a funcionar y permite a quienes juegan participar e influir en la ficción (ya te lo he dicho antes: en la historia que estáis creando). Un sistema de rol mecaniza el diálogo que se genera alrededor de la mesa y convierte las palabras en procesos de avance.

Madre mía, ¿todo eso? ¿No te has puesto muy teórico?

Bueno, lo importante es que sepas que un sistema está formado por reglas. El segundo paso necesita un poquito más de experiencia con juegos que el primero. Vamos a tratar de variar esas reglas sin cargarte el sistema. Sería algo así como tunear el coche sin cargarte el motor. Cambia la tapicería, ponle un Elvis molón colgado del retrovisor y píntale unas llamaradas en las puertas, ¡cambiale esas puertas si quieres!… pero no toques el motor (al menos no lo toques todo).

Puedes jugar con las bujías del motor, pero sabiendo lo que haces.

Por eso es tan importante jugar. Porque jugar te dara perspectiva de cómo son los motores de los juegos, de cómo andan, cómo se mueven, y te permitirá cambiar las piezas que quieras sin cargarte nada. Créeme que arruinar un sistema es fácil. Y arruinar un sistema significa arruinar la experiencia de juego para la que fue programado.

Por eso, hoy me voy a permitir darte otro consejo: no hagas un monstruo de frankestein.

Es siempre mi primer impulso. Cojo esta pieza de por aquí, esta otra de por acá, le pongo esta de allí… lo pinto, lo barnizo y listo. ¡NOOOOOO! Ten mucho cuidado al juntar varias partes de diferentes juegos, de diferentes sistemas. El hecho es que te mola. Es muy tentador y además, esas piezas sueltas funcionan perfectamente en sus respectivos juegos. ¿Pero juntas?

Las mecánicas son las piezas que forman el sistema.

Esa es la cosa. Esas mecánicas que te encantan están integradas en un sistema mayor. Molan, porque forman parte de un engranaje que funciona. Pero si la sacas de ahí sin cuidado y la pones a funcionar junto a otra mecánica de otro juego que tampoco sabemos muy bien… Hazlo paulitinamente, de poco en poco. Cambia esa mecánica que te rechina. Luego esa tabla que nunca usas. Cambia las cosas de una en una para no romper el conjunto. Prueba los cambios antes de hacer más.

Por eso, cuando empieces a cambiar cosas, debes conocer bien los sistemas de juego de los que has sacado la mecánica. Y tener una idea clara de a qué sistema de juego quieres que se parezca. ¡Cuál tiene prioridad! Piénsalo bien, que es muy tentador y a veces las cosas no funcionan así de fácil. Yo mismo, el lunes pasado, cometí un gran error al intentar transformar Fate of Cthulhu en otra cosa… y no hilaba bien.

Esto hace que volvamos al consejo de la primera entrada: juega también mucho juegos de mesa para conocer mecánicas diferentes.

engranajes

En los juegos de rol hay menos mecánicas que en los juegos de mesa. Es más, verás un montón de juegos de rol que comparten las mismas mecánicas. La visión que te darán los juegos de mesa será mayor para analizar un sistema de juego rolero. No estoy diciendo que uses las mecánicas de juegos de mesa, ni mucho menos, sino que conocerlas te ayudará a analizar y extraer las mecánicas de un sistema de rol, de un juego de rol, de manera mucho más sencilla.

Yo no te voy a hablar de mecánicas (esta vez, lo prometo) para definir cómo hacer un juego de rol.

Para eso tienes magníficas entradas como esta.

Hoy no vamos a inventar nada, simplemente vamos a cambiar o modificar lo que hay, a juntar cosas que nos gustan con la ambientación que ya hemos pensado en la entrada anterior. Y lo vamos a adaptar.

Piensa que es lo esencial para tu ambientación y lo que funcione bien, no lo toques. Si una mecánica de las que componen el sistema está bien con la ambientación te darás cuenta rápido. Pero en lo que tengas dudas o no lo acabes de ver… eso cámbialo. Si estuviera bien no tendrías dudas.

Pero tampoco tengas miedo y experimenta. Nadie, y digo nadie, ha concluido una trayectoria de diseño sin errar. Así que como te decía en la primera entrada, prepárate para tirar a la basura muchas de tus ideas. Ponlas en práctica, no hay nada más satisfactorio (bueno sí, hay un montón de cosas, como comer palmeritas de chocolate o acariciar a tu gato).

Y cuando tengas las mecánicas del sistema bien engrasadas y hayas elegido las que se adapten a la ambientación que querías jugar, disfrútalo. Y luego, si te atreves, pasaremos al último peldaño de esta trayectoria de desarrollo de un juego de rol. Pero eso será en la próxima entrada.

¿Y tú? ¿Has metido mano a sistemas conocidos y los has adaptado a tu gusto? ¿Cómo prefieres hacer un juego de rol? ¿Muchas reglas caseras en tus partidas?

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Os leemos

RA Games.

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